El Día del Libro (Reedición).

Mañana habrá llegado uno de mis días favoritos del año: el día del libro. Si bien este día se celebra especialmente en Cataluña (Sant Jordi), poco a poco se va extendiendo por el resto del país la costumbre, no de regalar un libro, sino de comprarlo...Pienso ir a alguna libreria aunque sea a echar un vistazo a las últimas novedades o ponerme al día de los clásicos nuevamente editados.

No hay nada como visitar una libreria, ya sea de libros antiguos o contemporáneos, todas tienen encanto: cientos de historias dispuestas en estanterías y clasificadas según autor, género, idioma etc. Cientos de historias esperando a ser leídas. Cientos de personajes, reales o de ficción, esperando a que les demos la oportunidad de conocerlos, de saber cómo piensan.Viejos emperadores y personalidades del pasado que aún tienen la esperanza de que queramos saber más de ellos. Seres vivos, humanos o no, queriendo protagonizar nuestros momentos de evasión de la realidad.

Aún recuerdo mi primer libro (sin contar los cuentos o tebeos). Yo tendría unos 7 años y me lo regaló mi madre. Era de la colección El Barco de Vapor, catalogado para "primeros lectores", la 5ª edición de "Historias de Ninguno". Todavía conservo ese viejo libro, que actualmente va según tengo entendido por la 34ª edición. La historia me enganchó y abrí mi mente al maravilloso mundo de la lectura. Ya no tenía miedo a ir al médico, cada vez que pasara por ese "suplicio" sabía que tendría como recompensa un libro...En cada etapa de mi vida los libros estaban presentes en ocasiones especiales. Ya en la Universidad, adquirí la costumbre de comprar un libro en la Feria del Libro de Málaga (a principios de junio normalmente), reservándome su lectura para el momento en que finalizaran los exámenes de la facultad. Esta costumbre aún la mantengo.

Hoy día la lectura es una de mis grandes aficiones, depende de la época puedo leer más o menos, pero siempre hay un libro en mi mesita de noche. Un libro es realmente mágico, te abre tantas puertas a tan diversos mundos... Emily Dickinson decía que “Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”. Qué razón tenía. No hay nada como perderse entre las páginas de un buen libro, sumergirse y adentrarse en la lectura de historias que despiertan todo un ejército de sentimientos en quien los lee: nostalgia, amor, terror, curiosidad y un largo etc. Esas pequeñas "escapadas" que proporcionan los libros no tienen precio.

Doy las gracias por aquel primer libro, y por todos los que vinieron detrás. Doy gracias por todos los que me prestaron para que pasaran conmigo una temporada, y doy gracias por los que descansan en mis estanterías, algunos esperando a ser leídos de nuevo, otros esperando impacientes que los disfrute con su lectura.

“La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta”. André Maurois.